«Instamos a la parte británica a dejar de difundir información falsa y detener la manipulación política anti-China y la calumnia maliciosa», subrayó la vocera Mao Ning en conferencia de prensa.
Así respondió la portavoz ante recientes informes de medios del Reino Unido sobre el arresto de un investigador parlamentario bajo sospecha de espiar para el gigante asiático.
Previamente China instó al gobierno británico a manejar adecuadamente sus desacuerdos, respetar los intereses fundamentales y tener en cuenta las principales preocupaciones del otro.
Como parte de los encuentros bilaterales al margen de la Cumbre del G20, el primer ministro chino, Li Qiang, expresó estas ideas a su homólogo de ese país, Rishi Sunak.
Recientemente el canciller británico, James Claverly, llegó a Beijing y se convirtió en el primero con rango de ministro de ese territorio en llegar a China en cinco años.
Su visita ocurrió en medio de las diferencias bilaterales que generó un informe del Parlamento británico en el cual se reconoce a Taiwán como un país independiente.
Las tensiones entre los dos países fueron en aumento en años recientes ante acusaciones británicas de espionaje económico y desacuerdos en cuanto al tema de los derechos humanos.
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