En la sede de la Seguridad Pública, el Comité de Acción Conjunta Palestina en el país y autoridades libanesas acordaron cesar las hostilidades de inmediato y permanente tras cinco días de enfrentamientos.
A través de una declaración, las partes coincidieron en dar seguimiento a la entrega de los buscados por el asesinato del mayor general Abu Ashraf Al-Armushi y sus compañeros, así como de Abdul Rahman Farhoud.
Según la Agencia Nacional de Noticias, varios centros de enseñanza, las filiales de la Universidad Libanesa y la Corporación de Agua del Sur del Líbano anunciaron la prórroga de su decisión de cierre con el fin de preservar la seguridad de todos.
Ayer los combates entre el movimiento Fatah y grupos extremistas alcanzaron los barrios y zonas vecinas de la ciudad de Saida y el tráfico fue desviado hacia la carretera marítima después de ser alcanzada por las balas.
En este contexto, la Resistencia islámica libanesa (Hizbulah) exigió a las partes involucradas cumplir con todas las medidas y mecanismos de una solución que se acuerde dentro del marco de la acción nacional palestina, en coordinación con los servicios de seguridad libaneses.
Mediante un comunicado, expresó su pesar por los combates en el campo de refugiados que provocaron víctimas mortales y heridos, así como la destrucción de propiedades y un nuevo desplazamiento del pueblo palestino.
Al mismo tiempo, Hizbulah lamentó que la rivalidad afectara zonas vecinas, complejos religiosos, instituciones educativas, puestos del ejército libanés y carreteras cercanas.
La resistencia libanesa rechazó las luchas internas, al considerar que estás benefician al enemigo israelí y dañan la causa del pueblo palestino.
En esta línea de pensamiento, el movimiento Hamas en Líbano rechazó las acusaciones de apoyar junto a la Yihad Islámica e Hizbulah a los grupos armados durante el conflicto en Ein al-Hilweh.
A finales de julio, el campamento fue testigo de violentos combates entre el movimiento Fatah y grupos extremistas, después de una operación de asesinato dirigida a un funcionario de una de las organizaciones, llamado Abu Qatada.
Los enfrentamientos aumentaron en la zona de refugiados tras el fallecimiento del comandante de las Fuerzas de Seguridad Nacional Palestinas en Saida, Abu Ashraf Al-Armushi, y cuatro de sus compañeros.
El campamento de Ein al-Hilweh es el más grande de los 12 asentamientos de palestinos en Líbano, con alrededor de 80 mil ciudadanos, de un total de 250 mil por toda la nación.
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