El también presidente de la Alianza por la Democracia (APD) sostuvo en las redes sociales que «la democracia se defiende mediante la defensa del marco institucional, pero también enarbolando las causas históricas del progresismo, como la igualdad y redistribución equitativa de las riquezas”.
Puig manifestó que se necesitan sociedades y ciudadanos cada vez más conscientes, y consideró que las políticas y las propuestas de las fuerzas verdaderamente democráticas y progresistas deben ser claras y estar en el centro del debate.
Puntualizó que hacerlo así es rendir homenaje a los que han luchado por una sociedad más justa como Salvador Allende, pero también porque, como lo demuestran las sociedades más avanzadas del mundo, sin ello no hay avance real posible.
De esta manera, rememoró el aniversario 50 del golpe militar en Chile, que segó la vida del presidente Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973, cuando tropas del ejército y aviones de la Fuerza Aérea atacaron el Palacio de La Moneda, sede del Gobierno, en un hecho planificado por la CIA, que condujo a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Apuntó que mientras las fuerzas progresistas y de izquierda asumen la defensa de la institucionalidad democrática, sectores derechistas abrazan posiciones extremistas de manera abierta.
Alertó Puig que esa derecha no acepta el pluralismo democrático y está dispuesta a sacar de circulación a toda ideología o grupo que no se pliegue a su visión y a sus intereses.
En nuestros días, aseveró, en muchos países una derecha radical, extremista, de discurso virulento, niega los derechos humanos y pretende cercenar las libertades públicas.
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