El gobernante recibió personalmente y estrechó la mano de los dignatarios asistentes, entre ellos el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves; y los presidentes de Surinam, Chan Santokhi, y Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, entre otros.
A la cita acuden más de un centenar de delegaciones de los países miembros del bloque y de funcionarios de organismos internacionales, quienes debatirán sobre temas de índole política y económica de relevancia para las naciones en desarrollo.
Además de las palabras del mandatario de Cuba, país que ostenta durante este año la presidencia pro témpore de esa asociación, también hará uso de la palabra el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y seguidamente acontecerá el debate general.
Se espera que los participantes den continuidad a los reclamos históricos del grupo, en particular con relación al nuevo orden económico internacional, la reforma de la arquitectura financiera mundial, el rechazo a las medidas coercitivas unilaterales, las situaciones de concentración de la riqueza y el peso de la deuda externa.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, informó recientemente que el proyecto de declaración final del evento es leal a los propósitos y principios del grupo, se atiene a las necesidades de los países que lo integran y está firmemente apegado al reclamo del derecho al desarrollo en medio de un orden internacional cada vez más excluyente.
El G77 y China es el grupo de concertación más diverso de la esfera multilateral, con 134 estados miembros que representan dos tercios de la membresía de la Organización de las Naciones Unidas y el 80 por ciento de la población mundial.
La Cumbre del G77 y China concluirá mañana.
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