Sin recomendación médica para viajar de forma inmediata, Bolsonaro quedará hospedado, en este primer momento, en el Palacio de los Bandeirantes, sede del gobierno paulista, invitado por el gobernador Tarcisio de Freitas, a quien tiene como aliado.
Una nota del hospital informó el miércoles que Bolsonaro se recuperaba de forma satisfactoria de los procedimientos, pero con un sangrado nasal leve. El 11 de septiembre el exmilitar ingresó en Vila Nova Star.
Bolsonaro pasó por cirugías, en el contexto del acuerdo de delación premiada del teniente coronel Mauro Cid (su exayudante de órdenes) con la Policía Federal, que implicaría directamente al expresidente en el escándalo de las joyas.
Tal confesión se trata de un pacto entre el acusado y el Ministerio Público (acusador), y el primero colabora con las investigaciones.
O sea, el delator renuncia a su derecho al silencio y en cambio recibe una ventaja, que puede variar de acuerdo con el grado de su colaboración.
La mayor preocupación en el entorno de Bolsonaro es que el desahogo de Cid aflora en medio de otra investigación sobre la existencia de milicias digitales, pesquisa más amplia que los casos de las joyas o los fraudes en tarjetas de vacunación antiCovid-19.
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