El primero fue acribillado a balazos cuando viajaba en su camioneta junto a su esposa Enma Xiomara Morales en la aldea Chimiche, municipio San Pedro Necta, departamento de Huehuetenango.
Las circunstancias están por esclarecerse, según su propia agrupación, mientras la diputada de esta fuerza Ligia Hernández calificó al joven de comprometido con transformar su comunidad, siempre usando su voz para denunciar la corrupción.
Ramírez fungió como agente de la Policía Nacional Civil hasta que decidió involucrarse en la política de su demarcación y sobresalió por su activismo y exposición de los problemas del país en redes sociales.
Guevara, quien tomaría posesión el 15 de enero de 2024 junto al alcalde electo José Herrera, fue ultimado al ingresar al municipio de Guastatoya, departamento El Progreso.
“A los familiares y amigos de nuestro correligionario pedimos fortaleza y fe en nuestro Dios, fuente del poder eterno y supremo”, expuso en un comunicado la segunda organización.
El Tribunal Supremo Electoral, a través de una esquela, lamentó la muerte del síndico electo.
Tanto el partido Semilla como Valor exigieron a las autoridades investigar las causas con celeridad y capturar a los responsables de los hechos, ampliamente criticados en sus comunidades de origen.
Los departamentos de los fallecidos son territorios controlados por el crimen organizado, sobre todo grupos de narcotráfico, describieron las autoridades, que valoran también el móvil político.
La inseguridad marca el panorama en este Estado centroamericano, que figura entre los 15 más violentos del mundo con más de 60 mil asesinatos en la última década, según cifras de organismos internacionales.
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