Al intervenir en la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los 77 (G77) y China con sede en esta capital, la mandataria hondureña llamó a establecer una agenda realista de objetivos de desarrollo sostenible.
Instó a las naciones miembros del G77 a rechazar y no cumplir con medidas coercitivas como bloqueos contra países miembros del mecanismo, al tiempo que denunció de manera enérgica las sanciones contra Nicaragua y Venezuela.
Destacó la necesidad de un compromiso permanente de no hacer la guerra y desarrollar fuertes mecanismos de negociación y debates para la solución de conflictos.
La gobernante centroamericana aludió a la importancia de crear una comunidad científica mundial que sea capaz de revertir el grave proceso del cambio climático, así como el rescate y restauración del medioambiente y los recursos naturales.
Ante altos representantes de más de un centenar de países pertenecientes al G77, la primera mujer presidenta de Honduras pidió a las naciones del bloque comprometerse de forma irrestricta con el respeto a la autodeterminación de los pueblos.
“Bajo ninguna circunstancia trataremos de imponer nuestro estilo de vida, cultura, religión o nuestro modelo económico a ninguno de nuestros miembros”, subrayó.
Por otra parte, añadió que para Honduras alcanzar el socialismo democrático es una misión y razón de ser para cambiar y mejorar radicalmente la calidad de vida del pueblo, y llamó a respetar la consulta popular como la vía escogida para alcanzar dicho objetivo.
“Ha llegado el momento de poner punto final a los patios traseros porque no somos piezas de un tablero de interés de la apología de la dependencia; nuestras naciones no deben continuar sufriendo la privatización masiva de sus territorios”, enfatizó.
La jefa de Estado destacó que es vital construir el mundo en el que todos tengan un lugar de igualdad, libertad y justicia.
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