Dicha opinión la vertió al periódico Granma en su edición de esta jornada, previo a la rendición de cuentas de este eslabón ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) en diciembre próximo.
Consideró que se trata de una información ante ese órgano de gobierno que debe ser ejercicio profundo, transparente, basado en el análisis certero y atinado de realidades objetivas, resultados tangibles y deficiencias.
En ese sentido el Mindus desarrolla acciones que permiten asegurar la calidad del ejercicio. Se mira desde dentro, con los ojos de diputados, directivos del sector, trabajadores y del pueblo en general, sentenció el funcionario.
Dijo que tienen algunas empresas más comprometidas que otras, con más cultura industrial, pero en sentido general afirman que hay mucho compromiso, a pesar de los salarios bajos y la carencia de materias primas, aspectos con más afectación.
Señaló que el Mindus llega a este ejercicio tras la aplicación en el país de dos herramientas para reestructurar y reordenar la manera de trabajo de la empresa estatal socialista, referencia al Decreto Ley 34 de 2021, y a las 43 medidas aprobadas para el fortalecimiento de las empresas.
Como filosofía, explicó, se enfocan al sistema de trabajo en la consolidación del papel de la industria en la estrategia económico social, y en ese sentido una línea fundamental se trata de autofinanciamiento cada vez más.
Insistió en que quieren paulatinamente, menos financiamiento de la caja central para las producciones. Dar respuesta a los objetivos estratégicos, y a los encargos sociales.
Reseñó que el tema del mercado cambiario resultó beneficioso para la industria, pues presentaron hasta el momento 35 esquemas de esta índole, que no es más que obtener divisas al cambio de uno (dólar) por 120 pesos cubanos (cup).
Al respecto recalcó que con esa divisa compran materias primas para ponerlas en función de ventas al pueblo en moneda nacional (cup). Aclaró que incluso lograron también incluir en el mercado minorista tiendas de las propias industrias.
Estos sistemas estimulan las exportaciones, porque una vez que la empresa empieza a obtener beneficios tangibles, queda demostrado el impacto de exportar.
Anunció que ya presentaron seis esquemas cerrados a la dirección del país, dos de ellos ya aprobados, como es el caso del acero, junto a otro de reciclaje, que también tiene niveles de exportación.
Relató que a pesar de las dificultades, lograron mantener procesos inversionistas en las industrias.
En ese sentido, tales iniciativas impactan en producciones estratégicas como envases y embalajes, las fundiciones para la fabricación de piezas de repuesto, la siderúrgica (propiciaron la planta de cloro con tecnología avanzada en la oriental región de Sagua la Grande, por ejemplo).
Hasta 2030 ese ministerio tiene definidas las prioridades para cada una de las industrias, y dentro de esas prioridades hay inversiones programadas.
Tienen ahora mismo en desarrollo una fábrica de vidrio en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), con el objetivo de cubrir entre el 70 y el 80 por ciento de la demanda de envases de ese tipo del país.
Por demás, ya invirtieron en los productos de aseo, además de que las brechas de consumo de detergente están prácticamente cerradas con la capacidad instalada en este país. Cuba continúa con la modernización de la planta de Antillana de Acero, además de grandes inversiones en la Poligrafía y una planta de oxígeno en la región oriental.
La industria cubana no está exenta de problemáticas que afectan también a otros sectores de la economía y la producción. No obstante, es posible observar que existen metas claras, objetivos bien definidos y estrategias puntuales para hacerles frente, indicó el viceministro.
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