Según el diario Global Times, la autoridad nacional de Energía Atómica envió un mensaje acerca del hecho a la entidad mundial y negó informaciones sobre el supuesto escape de gas con impacto medioambiental.
En la misiva, el despacho chino indicó que se trató de un ‘fenómeno común en las operaciones de una planta nuclear y se solucionó en concordancia con los estándares y procedimientos establecidos’.
También mencionó que el monitoreo y evaluaciones de expertos descartaron alteraciones en los indicadores del sitio, tampoco evidenciaron radioactividad y constataron el buen estado técnico de los equipos.
Esta semana primero la Corporación General de Energía Nuclear de China y luego el Ministerio de Ecología y Medioambiente refutaron un reporte de la cadena estadounidense sobre un supuesto escape de gas y otras irregularidades en la planta Taishan, ubicada en la provincia de Guangdong (sur).
Ambos organismos afirmaron que el sitio opera con normalidad y desde que comenzó los servicios comerciales con sus dos reactores, siempre maniobró con apego a los procedimientos establecidos.
Esos artefactos son un proyecto conjunto de la Corporación y el grupo Électricité de France (EDF), cada uno es capaz de generar mil 750 megavatios y el primero de ellos está en funcionamiento desde diciembre de 2018 y el segundo desde septiembre de 2019.
Pero la CNN informó sobre el seguimiento del gobierno de Estados Unidos al aviso de un escape de gas en Taishan, luego que Framatome (una subsidiaria de EDF) advirtió de un ‘eminente peligro radiológico’.
De acuerdo con dicho medio, Framatome en mayo pasado notificó al Departamento norteamericano de Energía ‘de un suceso potencial’ en la planta china y después el 3 de junio pidió asistencia ante la salida de gas de uno de los reactores.
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