Las lluvias por sí solas no hicieron inevitable el desastre en la ciudad libia de Derna, donde miles de personas murieron o continúan desaparecidas tras el colapso de dos embalses, destacó el organismo en un comunicado.
“Una mejor preparación, menos construcción en regiones propensas a inundaciones y una mejor gestión de la infraestructura de las represas habrían reducido el impacto de Daniel, pero el cambio climático fue un factor importante que provocó y exacerbó el fenómeno meteorológico extremo”, subrayó.
La entidad citó un informe del grupo World Weather Attribution, integrado por científicos, que analizó datos climáticos y simulaciones de modelos informáticos para comparar el clima actual en esta nación norafricana.
Según la pesquisa, el cambio climático causado por el hombre provocó que las fuertes lluvias en el noreste de Libia sean hasta 50 veces más probables que en un mundo sin ese flagelo.
Este desastre devastador muestra cómo los fenómenos meteorológicos extremos impulsados por esa problemática se combinan con factores humanos para crear impactos aún mayores, subrayó Julie Arrighi, directora interina del Centro Climático de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
En similar sentido se pronunció Jagan Chapagain, secretario general de la FICR, al señalar que el desastre de Derna es otro ejemplo de como la crisis climática afecta al planeta.
“Esto debería ser una llamada de atención para que el mundo cumpla el compromiso de reducir las emisiones, garantizar la financiación para la adaptación climática y abordar los problemas de pérdidas y daños”, señaló.
ro/rob