Una investigación de la Universidad de Birmingham, en el Reino Unido, destacó que los más de dos millones de palestinos que viven en ese enclave costero sufren apagones que pueden durar más de 12 horas cada día.
La pesquisa detectó niveles más altos de ansiedad y depresión entre las personas que sufrieron más por ese problema.
Su sensación de bienestar mejoró a medida que aumentó el acceso a fuentes confiables de energía, informó el equipo, que entrevistó a unas 350 familias en el territorio.
El 93 por ciento de los participantes en la encuesta afirmó que padecía ansiedad moderada-grave o grave, en comparación con el seis por ciento de la población de Cisjordania.
Descubrimos que los problemas de electricidad, especialmente cuando se combinan con otros factores de estrés asociados con la vida en Gaza, conducen a graves problemas de salud mental, alertó Raya al-Dadah, coautora del estudio.
Por su parte, el autor principal de la investigación, Mazen AbuQamar, de la Universidad Al-Azhar, en Gaza, subrayó que “el acceso intermitente a la electricidad puede afectar las redes sociales y comunitarias de muchas maneras, incluida la reducción de las oportunidades de las personas para estudiar o acceder a servicios funcionales de atención médica”.
El pasado mes la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió que la falta de energía eléctrica en ese territorio “afectó gravemente la disponibilidad de los servicios esenciales, en particular los de salud, agua y saneamiento”.
Ese problema socava las ya frágiles condiciones de vida de los palestinos que allí viven, afirmó.
En un gráfico, OCHA destacó que como promedio en lo que va de año el territorio tiene apenas 14 horas con electricidad diarias, y aunque baja, mejora los datos de 2022 y 2021, cuando se reportaron 12 y 13, respectivamente.
Sin embargo, aclaró que en julio, en medio de una ola de calor, los habitantes del territorio solo contaron con 11 horas de luz al día.
Recientemente la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo advirtió que la franja de Gaza podría enfrentar una hambruna en los próximos meses por la crisis financiera que sufre la entidad.
Israel mantiene bloqueada la franja desde 2007, cuando llegó al poder allí el Movimiento de Resistencia Islámica.
Según datos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, el costo acumulado del bloqueo israelí a Gaza y de las restricciones económicas totalizaron 16 mil 700 millones de dólares de 2007 a 2018, una cifra equivalente a seis veces el Producto Interno Bruto del enclave.
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