Para conmemorar la efeméride, lugares públicos y edificios de viviendas han colocado banderas y otros adornos alegóricos.
Anteriormente el presidente chino, Xi Jinping, y otros líderes del país rindieron homenaje a los mártires del gigante asiático en el monumento dedicado a ellos en la plaza de Tiananmen, centro político en esta capital.
Además, el mandatario ofreció un banquete en el que repasó los éxitos de China, así como los retos que enfrenta.
Ante el cuerpo diplomático acreditado aquí y otros altos cargos del gobierno y el Partido Comunista, Xi abogó por una nueva concepción de desarrollo nacional que permita la modernización del país y cumplir el objetivo de gran revitalización de la nación.
Alertó sobre los retos que enfrenta el gigante asiático en un contexto internacional de intensas transformaciones.
«Hay q prevenir los grandes riesgos, promover la apertura al exterior de alto nivel, profundizar la reforma, promover el desarrollo de alta calidad de la Iniciativa de la Franja y la Ruta y forjar una economía más resiliente», enfatizó.
Xi instó a aumentar el empleo, consolidar la lucha contra la pobreza y resolver otros problemas que preocupan al pueblo.
«Contemplamos horizontes promisorios, la unión hace la fuerza y la confianza vale más que oro, hay que levantar el ánimo para superar dificultades y avanzar juntos hacia la grandiosa meta de construir un país poderoso y la revitalización de la nación», dijo.
El presidente insistió en aplicar la directriz de un país dos sistemas y en este sentido, apoyar a Hong Kong y Macao en el desarrollo de su economía.
Además, subrayó el apego al principio de Una Sola China y sobre este particular destacó que la reunificación de la patria es la aspiración mayor del pueblo: «constituye una necesidad histórica y ninguna fuerza la podrá detener».
Xi Jinping aseguró que en estos 74 años China pasó de ser un país pobre a uno acomodado en todos los aspectos y que persigue la modernización.
Según confirmó, la economía china muestra «buen ímpetu de crecimiento» y la situación de la sociedad se mantiene estable en general.
El 1 de octubre China celebra su fiesta nacional porque en esa fecha de 1949 el pueblo, bajo la dirección del Partido Comunista, declaró la victoria en la Guerra de Liberación, ceremonia que tuvo lugar en la plaza de Tiananmen.
A propósito de la efméride se celebra también la llamada Semana de Oro, una iniciativa del Gobierno para ampliar los feriados, ayudar así a expandir el mercado de turismo interno y concederles más tiempo a las personas para las visitas familiares distantes.
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