En un discurso televisado y de amplia repercusión, Nasrallah subrayó que el gobierno norteamericano asedió e impuso la Ley César a Siria para evitar la inversión de las empresas en el país levantino.
Para la máxima figura de la Resistencia islámica, quien crea que el desplazamiento sirio amenaza la existencia del Líbano debe decirle a Washington que levante la Ley César y así salvará a la nación.
En este sentido, el líder de Hizbulah indicó anoche que el escenario existente no debe convertirse en una atmósfera de hostilidad hacia los refugiados sin traspasar con ellos los límites de la ley y la moral.
A propósito, el jefe de la fuerza chiita pidió un plan y una estrategia nacional unificada que ejerza presión sobre el gobierno provisional, el ejército, las fuerzas de seguridad y las municipalidades.
En su valoración, enfatizó que es necesario la realización de un censo para conocer el verdadero número de sirios en el país, el cual debe comprender una distinción entre la fuerza laboral y los desplazados.
Además de los comentarios sobre el expediente de los refugiados, la prensa local significó el compromiso de Nasrallah e Hizbulah de cooperar con el Estado en la liberación de las tierras ocupadas por Israel, en reafirmación de los derechos de la nación sobre su territorio.
También, divulgaron sus planteamientos respecto al fracaso de la iniciativa de diálogo convocada por el titular del Parlamento, Nabih Berri, y la prolongación del vacío de poder, a la luz de la frustración y la malicia política de algunas partes.
En medio de discrepancias internas, injerencia extranjera y un gobierno interino, Líbano intenta elegir al sucesor de Michel Aoun quien finalizó su mandato presidencial el 31 de octubre de 2022.
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