Las imputaciones, por las cuales tendría que pagar una multa de 250 millones de dólares, recaen también sobre tres de sus hijos mayores, sus empresas y ejecutivos de la Organización Trump, el imperio que creó y desarrolló en Nueva York.
Pese a la gravedad de este hecho, Trump dijo en Truth Social, su plataforma en internet, que el juicio está permitiendo a la gente ver “qué gran empresa construyó” y está “exponiendo un gran éxito”.
Este juicio civil sobre los activos exagerados en los estados financieros fraudulentos del exmandatario (2017-2021) comenzó menos de una semana después de la sentencia del juez Arthur Engoron, quien emitió su demoladora conclusión: Trump y sus coacusados son responsables de fraude «persistente y repetido».
La acusación señala que el magnate exgobernante infló su patrimonio neto hasta en tres mil 600 millones de dólares en tres años diferentes entre 2011 y 2021.
El expresidente y sus empresas podrían verse obligados no solo al pago de fuertes sumas por concepto de daños y perjuicios sino que también perdería el control de propiedades significativas como la Torre Trump, en pleno Manhattan, símbolo de su poder.
Las seis causas de acción en el proceso -solo ante un juez no con jurado- son falsificación de registros comerciales, conspiración para falsificar registros comerciales, emisión de estados financieros falsos, conspiración para falsificar estados financieros falsos, fraude de seguros y conspiración para cometer fraude de seguros.
En la demanda la fiscal Letitia James también pide al tribunal que considere la posibilidad de prohibir a los Trump que en el futuro ejerzan como directivos de una empresa en Nueva York y además que impida a su compañía cualquier transacción comercial allí en los próximos cinco años.
Engoron llamó a capítulo a Trump por utilizar sus redes sociales, como acostumbra, para realizar ataques personales.
«Los ataques personales a cualquier miembro del personal de mi tribunal son inaceptables, inapropiados y no los toleraré», subrayó.
En el segundo día del juicio, como el anterior, el Presidente 45 repitió precisiones más o menos que este es un proceso amañado y fraudulento.
“La fiscal general es un fraude y tenemos que desenmascararla. Ya ven lo que está pasando. Es un acuerdo amañado», enfatizó.
En plena campaña electoral el principal candidato de los republicanos a la nominación para las elecciones de 2024 está enredado en una cadena de problemas legales civiles y criminales y tendrá que responder ante la justicia por 91 cargos combinados entre estatales y federales.
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