De acuerdo con los especialistas, el tifón trajo vientos intensos con ráfagas de hasta 343 kilómetros por hora (km/h), mientras que los sostenidos máximos alcanzaron los 162 km/h.
Según la oficina meteorológica de Taiwán, Koinu debía debilitarse conforme se desplazaba al oeste hacia las provincias de Guangdong y Fujian, en la parte continental china, sin embargo sus vendavales fueron notablemente fuertes.
El departamento de bomberos de esa isla reportó 190 heridos, la mayoría en regiones de la costa oeste como Taichung, Tainan y Kaohsiung.
Varias ciudades de Taiwán suspendieron el trabajo y las clases, los servicios de ferry a otras islas adyacentes también se cancelaron y se aplazaron los vuelos internos e internacionales.
El gigante asiático sufrió recientemente una serie de desastres vinculados a fenómenos meteorológicos extremos, como las precipitaciones intensas asociadas a los tifones Haikui, Talim, Doksuri y Khanun.
De hecho, en julio pasado las lluvias provocaron pérdidas económicas millonarias con miles de hectáreas de cultivos destruidas, infraestructuras derrumbadas y alrededor de 100 muertos.
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