Una advertencia emitida por Environment Canada y difundida por el sitio noticioso Global News, refiere que el sistema meteorológico afectará a las comunidades en la parte continental de la provincia de Nueva Escocia, en el extremo este del país, incluida la zona de Halifax, capital de ese territorio, con ráfagas de hasta 90 kilómetros por hora.
Las rachas más potentes deben llegar a la costa sur de ese primer sitio, en áreas como Yarmouth y Shelburne, en la noche de este sábado, antes de continuar hacia la zona de Halifax y el valle de Annapolis.
“Los vientos fuertes pueden arrojar objetos sueltos o hacer que las ramas de los árboles se rompan. Es posible que se produzcan cortes de servicios públicos”, según una actualización de la agencia meteorológica canadiense, aunque no se espera que resulten tan agresivos como los de la tormenta postropical Lee el mes pasado.
De acuerdo con el medio de comunicación, las alertas de precipitación están vigentes para el suroeste de la provincia de Nuevo Brunswick, pues los expertos vaticinan de 40 a 60 milímetros desde Fredericton, su capital y ciudad más poblada, hasta Saint John durante esta noche.
Zonas al sur de Nueva Escocia podrían sufrir olas de hasta ocho metros de altura al final del sábado, antes de amainar durante el día del domingo.
Alrededor de las 9:00, hora local de este sábado, los restos de Philippe, combinados con otro sistema subtropical de baja presión, se ubicaron a unos 750 kilómetros al sur de Yarmouth, en Nueva Escocia, y se desplazaban hacia el noroeste a 40 kilómetros por hora.
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