Altos funcionarios del organismo dialogaron con actores claves en medio del creciente conflicto palestino-israelí, aseguró hoy una nota de prensa del mayor foro político del planeta.
En tanto, las fuerzas de paz de la ONU detectaron un intercambio de disparos de cohetes y artillería a través de la frontera entre Israel y el Líbano cuando falta poco para la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad dedicada a analizar la crisis.
Esta madrugada, la operación de mantenimiento de la paz de la ONU en el Líbano (Fpnul) “detectó varios cohetes disparados desde el sureste de esa nación hacia el territorio ocupado por Israel en el área general de Kafr Chouba y fuego de artillería desde Israel al Líbano en respuesta”, según la misión.
«Estamos en contacto con las autoridades de ambos lados de la Línea Azul, a todos los niveles, para contener la situación y evitar una escalada más grave», precisó en un comunicado la Misión.
«Nuestros cascos azules permanecen en sus posiciones y trabajando», agregó.
Por su parte, el enviado de la ONU para el Proceso de Paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, recalcó que “está en estrecho contacto” con Estados Unidos, la Unión Europea, Qatar, Egipto y el Líbano “para discutir la guerra en curso” en Israel y Gaza.
En una publicación en las redes sociales de su oficina, el representante recordó que la prioridad ahora «es evitar más pérdidas de vidas civiles y entregar la tan necesaria ayuda humanitaria a la Franja».
«La ONU sigue comprometida activamente para avanzar en estos esfuerzos», agregó.
La víspera, tras el sorpresivo ataque de de Hamas contra ciudades israelíes y la agresiva respuesta de Israel, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, instó a la “máxima moderación”.
El titular de la ONU urgió a promover “todos los esfuerzos diplomáticos” para evitar una conflagración más amplia.
«Los civiles deben ser respetados y protegidos de acuerdo con el derecho internacional humanitario en todo momento», dijo el jefe de la ONU en un comunicado.
Por su parte, varias agencias del organismo alertaron que mientras se intensifica el conflictos, aumentan las necesidades de los civiles, incluidos los niños y las familias vulnerables.
Estos grupos enfrentan desafíos cada vez mayores para acceder a suministros alimentarios esenciales, con redes de distribución interrumpidas y la producción gravemente obstaculizada por las hostilidades, según el Programa Mundial de Alimentos.
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