Por Karina Marrón González
Corresponsal jefe de Prensa Latina en Angola
El crimen transnacional, causante de esas desviaciones, resulta entonces un asunto de primer orden, además porque el fenómeno tiene un rostro humano, expresado en el tráfico de personas, la violencia de género, el maltrato infantil, la drogadicción y el terrorismo, entre otras formas.
Todas tienen en común las afectaciones que ocasionan a la estabilidad de la región, su seguridad y la paz, de ahí que por tres días la necesidad de unir fuerzas para enfrentar estos delitos, compartir información y herramientas de trabajo se convirtieran en el centro de la XXVI Conferencia Regional Africana de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
Efectuada en Luanda, capital de Angola, la cita convocó a los principales jefes de los cuerpos policiales del continente, que representa casi un tercio de los miembros de Interpol; así como a invitados de otras partes del mundo.
Alrededor de 300 personas debatieron durante tres días las estrategias que deberían emplear en el combate a la delincuencia internacional y cómo reforzar la cooperación policial.
“Hoy en día nadie puede actuar solo”, subrayó a Prensa Latina el ministro de Relaciones Exteriores de Angola, Téte António, quien remarcó que “el crimen internacional se ha tornado bastante sofisticado y demanda de estos encuentros y de muchos conocimientos e intercambios de experiencias. Hay que trabajar mano a mano”.
En tanto, el presidente de Interpol, Ahmed Naser Al-Raisi, consideró que el área enfrenta un aumento de la ciberdelincuencia, que crea grandes retos para gobiernos, empresas y ciudadanos, pues los ataques son cada vez más complejos y los métodos para acceder a datos e información confidenciales más innovadores.
ÁFRICA: NUEVOS RETOS, MÁS COOPERACIÓN
En marzo de 2023, un malware atacó el sistema de la Unión Africana (UA). Rápidamente el organismo acudió a la Interpol y en un tiempo récord los libraron del ciberataque, relató la vicepresidenta de la Comisión de la UA, Monique Nsanzabaganwa.
Fue solo un ejemplo de las nuevas realidades a las que se enfrentan los Estados africanos y para las cuales no siempre tienen la capacidad técnica y el capital humano adecuadamente formado.
La puesta en marcha de la Zona de Libre Comercio Continental Africana, que requiere la libre circulación de personas y mercancías, es una oportunidad única para la región, pero también un desafío por las amenazas que implica.
Ese proyecto es el “prometedor buque insignia de la Agenda 2063”, como lo calificó Nsanzabaganwa, quien significó que los estudios estiman que aumentará los ingresos del continente en 450 mil millones de dólares hasta 2035 y las exportaciones en 560 mil millones, principalmente en el sector manufacturero.
De su éxito dependerá la creación de millones de puestos de trabajo y sería la posible salida de la pobreza para 68 millones de africanos, la mitad de ellos de la pobreza extrema.
“El nexo entre paz, seguridad y desarrollo, quizás sea hoy más crítico que nunca”, insistió la vicepresidenta de la Comisión de la UA, quien señaló en cambio los peligros que representan la proliferación de grupos armados, el terrorismo y la marginación.
Otros fenómenos que complejizan el escenario son la trata generalizada de personas, con un aumento de la captación en línea a través de plataformas de comercio electrónico y en redes identificadas en Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Ghana, Guinea y Mali.
También está presente en el continente la tendencia mundial a una especie de trabajo forzado, en el cual las víctimas empiezan a trabajar en línea y acaban siendo obligadas a cometer delitos financieros cibernéticos en escala industrial.
Han sido comprobadas en el área estafas piramidales, la trata con fines migratorios hacia Europa, para trabajo forzado y para la explotación sexual.
“La Unión Africana espera colaborar con la Policía no solo en la gestión de la crisis sino también a nivel preventivo, asesorando a los jefes de Estado y de Gobierno para que tomen decisiones informadas y detener las crisis antes de que sea demasiado tarde”, afirmó Nsanzabaganwa.
INTERPOL EN ÁFRICA
“No hay ninguna otra región del mundo donde los proyectos de Interpol tengan una presencia tan fuerte sobre el terreno”, aseguró el secretario general del organismo, Jürgen Stock, quien ejemplificó que solo en 2023 se pusieron en marcha más de 40 iniciativas por valor superior a los 170 millones de euros.
Esas partidas estuvieron dirigidas a reforzar las capacidades de las fuerzas del orden africanas en materia de conectividad, análisis criminal y apoyo operativo, precisó, y ratificó que África es una de las principales prioridades para la organización.
Al respecto, el organismo señala que hasta la fecha, la red protegida de comunicación policial de Interpol I-24/7 se ha extendido con éxito más allá de las Oficinas Centrales Nacionales de 47 países miembros africanos, sin embargo, su uso todavía no es el deseado.
A través de Afripol, un mecanismo independiente de la Unión Africana (UA), la cooperación con Interpol ha llevado a cabo exitosas operaciones conjuntas, entre ellas la denominada como Chacal, efectuada del 15 al 29 de mayo último.
Dicha acción movilizó a fuerzas policiales, unidades de antidelincuencia financiera y organismos especializados en ciberdelincuencia de 21 países, los cuales realizaron un ataque selectivo contra Black Axe y otros grupos delictivos similares de África Occidental.
Se trata de bandas especializadas en fraudes financieros cometidos a través de la cibernética, en particular estafas relacionadas con el correo electrónico comercial, herencias, tarjetas de crédito, anticipos y el blanqueo de capitales.
En el transcurso de la operación se bloquearon más de 200 cuentas bancarias vinculadas con ingresos ilícitos, se incautaron o congelaron 2,15 millones de euros y se realizaron más de 100 detenciones.
Igualmente, Interpol y Afripol llevaron adelante de mayo a junio pasado la acción conocida como FLASH-WEKA, contra la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, la cual concluyó con más de mil detenciones en todo el mundo y miles de víctimas detectadas.
El objetivo era desmantelar las redes de delincuencia detrás del delito, lo que dio lugar a casi 200 investigaciones asociadas y al decomiso de armas de fuego y vehículos, entre otros recursos.
La base estructural de la cooperación con África es el Programa de Apoyo de Interpol para el continente, conocido por sus siglas en inglés ISPA, iniciado en 2020 y ampliado en una segunda fase hasta 2026.
A través de este se promueven las capacidades en el campo de las operaciones y las investigaciones, el análisis de información policial y el intercambio de información, conocimientos y buenas prácticas.
Destacan en este sentido la detección y la desarticulación de redes delictivas vinculadas al terrorismo, delincuencia organizada y ciberdelincuencia; y el respaldo en materia de evaluación y desarrollo de bases de datos y otros servicios técnicos.
COORDINAR LOS ESFUERZOS
Los esfuerzos conjuntos, sin embargo, requieren ser mayores, como demostraron los debates durante la 26 Conferencia Regional de Interpol.
Aunque el volumen de datos que los países de la región comparten a través de los sistemas del organismo ha aumentado un siete por ciento en el último año, el intercambio de información en África sigue siendo inferior al de otras regiones del mundo, apuntaron durante las sesiones.
“Las herramientas y los servicios de Interpol conectan automáticamente a las fuerzas policiales a escala internacional, pero no hemos aprovechado plenamente esta inversión», declaró el vicepresidente por África del Comité Ejecutivo de Interpol, Garba Baba Umar.
La estrategia para África, aprobada por los delegados el último día del evento, está por tanto enfocada en reforzar el intercambio de información útil a través de un conjunto de proyectos específicos.
Además, darán prioridad al refuerzo de las alianzas estratégicas con la Unión Africana y las organizaciones regionales de jefes de policía, así como fueron aprobadas recomendaciones específicas para la cooperación en el enfrentamiento a los delitos contra el medio ambiente y el terrorismo.
De acuerdo con los resultados de la cita, “los mercados ilegales de especies silvestres en línea siguen creciendo a un ritmo alarmante”, lo que llevó a decidir la supervisión y evaluación de los anuncios al respecto, e iniciar investigaciones nacionales.
También quedó claro que los delitos contra el medio ambiente van en aumento, en especial porque África es una de las principales regiones de origen y tránsito de materias primas que son explotadas y traficadas ilegalmente.
Es, asimismo, una región de destino de residuos y otros contaminantes, a menudo traficados y eliminados ilícitamente, según el reporte final de la Conferencia.
Los delegados decidieron aprovechar las nuevas tecnologías para detectar mejor y desbaratar los movimientos terroristas a través de las fronteras mediante un mayor intercambio de datos policiales a escala regional y mundial.
“Vinimos como representantes de la región africana para asegurar una mayor seguridad del continente y para fortalecer los lazos de cooperación para enfrentar el crimen transnacional”, declaró a Prensa Latina el jefe de la Buró Nacional contra la Delincuencia de Interpol en Nigeria, Bankole Lanre Sikiru.
“Ahora corresponde hacer un mayor y mejor uso de las herramientas y capacidades para asegurar que las naciones de África trabajen juntas para enfrentar este flagelo”, subrayó.
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