En mensaje en cadena radiotelevisada esta noche, el mandatario calificó el momento de crucial para la nación, convulsionada por manifestaciones en distintas partes de la República, subrayó.
Con preocupación pidió a quienes optaron por pronunciarse de forma pública, lo hagan –dijo- sin afectar otros derechos a los que tenemos todos los guatemaltecos.
Autoridades Indígenas de los 48 Cantones del departamento de Totonicapán comenzaron el lunes anterior los bloqueos para exigir la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, tras maniobras investigativas contrarias a la voluntad popular.
Los cierres llegaron este lunes a 142 en todo el país, así como unas 15 caminatas en esta capital, algunas de las cuales llegaron hasta la sede del Ministerio Público en rechazo al actuar de ese ente y en defensa de la democracia.
“Lamentablemente, luego de la semana de protestas, el abastecimiento de productos y servicios especiales se ha detenido con graves consecuencias para la población, que está seriamente afectada”, continuó el jefe de Estado.
Así como para la economía que reciente millonarias pérdidas e impacta el bolsillo de todos, en especial a los más vulnerables, señaló.
Lo más severo –planteó- hemos observado ya actos de vandalismo contra comercios, empresarios y particulares.
Ello, mencionó Giammattei, en medio de incidentes que han empezado a salirse del control de los que han promovido el paro nacional y han hecho llamados a los bloqueos que amenazan con llevarnos al caos.
“La violencia y la destrucción no son caminos viables para el bienestar de nuestra sociedad”, consideró.
Negó el gobernante que los bloqueos sean pacíficos, coartan no solo la libre movilización, sino también están impidiendo los otros derechos como el acceso a la salud, a la educación, al trabajo, pero especialmente a la vida, opinó.
Reconoció que la situación implica desafíos políticos, económicos y sociales que deben ser abordados con urgencia, pero sobretodo con responsabilidad.
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