Los integrantes de la Comisión aseguraron tener «pruebas claras» de que pueden haberse cometido crímenes de guerra en la última explosión de violencia en Israel y Gaza, desatada desde el 7 de octubre y considerda la más grave en décadas.
Todos los que hayan violado el derecho internacional y atacado a civiles deben rendir cuentas por sus crímenes, advirtió el informe que también insistió en la necesidad de poner fin a la ocupación para cesar la violencia.
Reconocer el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación es fundamental para detener el conflicto, agregó.
“Tomar rehenes civiles y utilizar a civiles como escudos humanos son crímenes de guerra”, subrayaron.
Al mismo tiempo, rechazaron el asedio completo a la Franja de Gaza que implica la retención de agua, alimentos, electricidad y combustible.
Esto sin duda costará vidas civiles, además de que constituye un castigo colectivo, agregó el texto.
De acuerdo con los procedimientos, la Comisión debe indagar en los acontecimientos e identificar a los responsables de violaciones del derecho internacional en todas las partes y a todos los niveles, tanto los que cometen directamente crímenes internacionales como los que ocupan puestos de responsabilidad en la cadena de mando.
Ese ente seguirá compartiendo sus hallazgos con las autoridades judiciales pertinentes, especialmente con la Corte Penal Internacional, donde la Fiscalía ya ha iniciado una investigación sobre la situación de Palestina desde 2021, precisó una nota de prensa de la ONU.
La Comisión reiteró que el único camino para poner fin a la violencia y lograr una paz sostenible incluye abordar las causas profundas del conflicto, terminar con la ocupación ilegal del territorio palestino y reconocer el derecho de ese pueblo a la autodeterminación.
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