Según el organismo, a pesar de ser prevenibles y tratables, las hemorragias postparto provocan unas 70 mil muertes al año.
Para las que sobreviven, pueden causar discapacidades y traumas psicológicos que duran años.
Detalla que más del 85 por ciento de las muertes se producen en el África subsahariana y Asia meridional.
Entre los factores de riesgo están la anemia, las anomalías placentarias y otras complicaciones del embarazo, como infecciones y preclampsia.
La hoja de ruta pretende ayudar a los países a abordar las marcadas diferencias en los resultados de supervivencia, que reflejan grandes desigualdades en el acceso a los servicios sanitarios esenciales.
Muchos factores de riesgo pueden controlarse con una atención prenatal de calidad, que incluya el acceso a ecografías, y un seguimiento eficaz en las horas posteriores al parto.
La OMS comunicó que prestará apoyo técnico especializado a los países para que adapten las directrices mundiales a las políticas nacionales.
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