La Secretaría de Turismo y Viajes del gobierno estadual señaló tal estimación de público.
El año pasado, la misma oficina indicó que aproximadamente 330 mil personas estuvieron en el lugar durante todas las jornadas de conmemoraciones por la fecha.
Hasta las 17:00 hora local de este miércoles cerca de 19 mil peregrinos pasaron por el sistema de conteo instalado en el peaje de Moreira César, a 60 kilómetros de Aparecida, de acuerdo con la Policía Federal de Carreteras (PRF, siglas en portugués).
El recuento de quienes caminan por la carretera federal comenzó a hacerse el 5 de octubre.
Según el diario O Tempo, un grupo de 285 personas de Sao Paulo y Guarulhos, en la región metropolitana, llegó exhausto a Aparecida.
La caminata tuvo inicio en medio de la madrugada del 7 para el 8 de octubre, en el barrio de Itaquera, en la zona este paulista.
De acuerdo con el profesor de educación física Erick Peterson Marques, de 41 años, líder del grupo, este fue el año más difícil desde que comenzó a organizar la romería, en 2016. «La lluvia (del domingo) estaba fuera de sí», afirmó.
Marques corre cada año para Aparecida (los demás del grupo siguen hasta el santuario caminando) para pagar una promesa en agradecimiento a donaciones de juguetes para una organización no gubernamental que gestiona.
Otra dificultad señalada por el profesor fue el hecho de que los peregrinos fueron obligados a caminar en un tramo de la carretera en contra de los coches, una de las orientaciones de seguridad de la PRF.
Considerado el mayor templo católico de Brasil, la Basílica de Aparecida tiene siete misas programadas para este jueves, además de una procesión.
Las celebraciones comienzan a las 04:50 hora local y terminan con un espectáculo pirotécnico en horario nocturno.
En programación aparece una misa solemne, presidida por el arzobispo de Aparecida, monseñor Orlando Brandes.
Bajo un ambiente con clima electoral, Brandes afirmó el pasado año en su discurso que «era necesario vencer a los dragones del odio y de la mentira».
En campaña por la reelección, el expresidente Jair Bolsonaro fue hasta Aparecida ese día y hubo alboroto, pues un hombre con camisa roja llegó a ser perseguido por católicos adeptos del exmilitar.
lam/ocs