Así lo aseguró el embajador de ese territorio ocupado, Riyad Mansour, tras un encuentro con el secretario general de la ONU, António Guterres, este viernes.
El diplomático alertó de un escenario de guerra en el terreno al instar al Consejo de Seguridad a analizarlo como prioridad.
Se trata de un ataque contra más de dos millones de palestinos en la Franja de Gaza, por lo tanto, es asunto del Consejo de Seguridad, insistió.
En esa misma línea, el embajador brasileño ante la ONU, Mauro Vieira, dijo que el Consejo tiene una responsabilidad crucial en el conflicto.
«Brasil cree que el Consejo debe actuar ante una escalada de violencia casi sin precedentes y una catástrofe humanitaria en desarrollo», agregó en nombre de la nación que este mes preside el órgano de seguridad.
La responsabilidad abarca tanto la respuesta inmediata a la crisis humanitaria en desarrollo, como en etapas posteriores cuando se necesitarán esfuerzos multilaterales intensificados para restaurar un proceso de paz, recalcó.
«Ni los israelíes ni los palestinos deberían tener que soportar un sufrimiento similar nunca más”, agregó Vieira.
Por su parte, el embajador ruso, Vasily Nebenzya, calificó de inaceptables los ataques de Israel contra el enclave, uno de los más densamente poblados del planeta.
“Las acciones de castigo colectivo de Israel contra los ciudadanos de Gaza, así como sus exigencias de evacuar a más de un millón de civiles en 24 horas y concentrarlos al sur también son inaceptables y pueden tener consecuencias catastróficas irreversibles, a nivel regional y global», dijo.
Más de 423 mil palestinos huyeron de sus hogares en esa región superpoblada tras siete días de bombardeos, de acuerdo con la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, sin embargo la cifra podría ser mayor ante el complejo escenario.
Los ataques de Israel iniciaron una semana atrás en respuesta a la operación Diluvio de Al-Aqsa del grupo Hamas, lanzada en rechazo a 75 años de crímenes y abusos israelíes.
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