El personal médico del centro, enclavado en la ciudad de Jabalia e integrado por 35 miembros, se enfrenta a condiciones catastróficas debido al rápido aumento del número de víctimas mortales y heridos, alertó su director, Ahmed Muhanna, citado por el portal noticioso Al Quds.
Muhanna reiteró la determinación de los galenos y enfermeras de quedarse y brindar sus servicios a los pacientes.
El ejército israelí amenazó ayer con bombardear el hospital y otorgó un plazo de 24 horas para evacuarlo, señaló la fuente.
La víspera, ese país ordenó el desplazamiento de 1,1 millones de palestinos de la región septentrional del territorio con el argumento de una inminente ofensiva terrestre.
El gobierno palestino, ONG y diversas agencias de la ONU denunciaron la grave situación humanitaria en ese enclave por los ataques y el bloqueo total impuesto por Israel, que impide la entrada de combustible, agua, electricidad, alimentos y medicinas.
Abdullah Al-Qishawi, jefe del departamento de enfermedades renales del Hospital Al-Shifa, alertó hace unas horas que unos mil 200 pacientes con deficiencias renales en la Franja de Gaza corren el riesgo de morir por la falta de medicamentos y de electricidad.
Mientras, la ministra palestina de Salud, Mai Al-Kaila, advirtió el jueves sobre el inminente colapso del sector en la Franja de Gazallí como consecuencia de la grave escasez de productos vitales.
Más temprano, el Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC) advirtió que debido a la falta de electricidad, tras el bloqueo israelí, los hospitales corren el riesgo de convertirse en morgues.
“La miseria humana causada por esta escalada es abominable e imploro a las partes que reduzcan el sufrimiento de los civiles”, expresó en un comunicado Fabrizio Carboni, director regional para Medio Oriente Próximo y Medio del ICRC.
En medio de este panorama, la Cancillería palestina acusó a Israel de cometer un genocidio.
ro/rob