La diplomática consideró clave para ello la actuación de los organismos internacionales, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU.
También el cumplimiento de resoluciones y la rendición de cuentas ante tribunales internacionales para poner fin a la ocupación del territorio palestino y del “racismo institucionalizado” en su contra por parte de Israel.
Subrayó que solo con el concurso internacional se podrá “terminar con tanto sufrimiento humano y que prevalezca la paz y la convivencia».
Denunció que en la actual escalada bélica son los niños las principales víctimas, entre fallecidos y detenidos por los ocupantes.
Israel no cumple con la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño en los territorios palestinos ocupados, pero tampoco con los niños palestinos israelíes, y así lo confirma el Tribunal Internacional de Justicia que condena a la fuerza ocupante, dijo Rasheed.
En declaraciones al diario Caras y Caretas argumentó que desde hace más de tres lustros más de dos millones de palestinos sufren un bloqueo por tierra, aire y mar, impuesto por un muro y más de 645 puestos de control.
Cientos de colonos deambulan por territorio palestino asediando, acosando, mutilando y asesinando a ciudadanos civiles palestinos, incendiando y destruyendo sus propiedades, denunció.
Apuntó que la escalada de violencia tiene que ver con la deshumanización que Israel lleva adelante y la declaración de guerra contra la población civil palestina.
La embajadora calificó de brutal las demoliciones de hogares palestinos en Jerusalén, así como las matanzas no solo en Gaza, también en Cisjordania, donde tiene su sede el gobierno del Estado de Palestina.
Explicó que Hamas es un partido político que no forma parte del gobierno palestino, aunque lo principal, remarcó, es el sufrimiento de su pueblo ante el opresor israelí.
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