A causa de un machismo enraizado, desde el 2020 el nororiental departamento de Alta Verapaz se mantiene con el mayor número a nivel nacional, según datos del período expuestos por el Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva.
Expertos en el tema advirtieron que esas violaciones se dan en un alto grado de casos (alrededor de un 80 por ciento) en el seno familiar, con un pariente cercano o amigo implicado.
Tal situación –señalaron- aparece como un serio obstáculo a la hora de denunciar o actuar legalmente y al final el silencio y la sumisión se imponen.
Organizaciones de análisis de las políticas relacionadas con la salud reproductiva advirtieron que ese flagelo se debe a factores como la cultura patriarcal dominante, que permite esa práctica, la falta de información, mitos y prejuicios.
El problema no es la “maldad intrínseca” de los varones machistas, sino un patrón formativo milenario que se sigue reproduciendo día a día, reflexionaron.
Consideraron clave no ocultar el asunto e iniciar fuertes campañas de educación sexual y una nueva visión de la salud reproductiva en Guatemala.
Informes del Ministerio de Salud y Asistencia Social de este país indicaron más de 50 mil embarazos no deseados en niñas y adolescentes cada año.
De todos ellos, especialistas estiman un buen porcentaje debido a prácticas violatorias, que al ser un tema tabú impide contar con datos fidedignos en la materia, en tanto se denuncian menos hechos de los que ocurren.
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