El portal de noticias G1 asegura que la iniciativa recibió la aprobación en una sesión extraordinaria, pues de no ser sancionada ante de mañana habría perdido validez.
Anteriormente, el 17 de junio el Senado aprobó el denominado texto base, que delimita las líneas principales del proyecto. La Cámara baja había certificado el 20 de mayo la desestatificación de la compañía.
Tras la primera votación parlamentaria, que ocurrió durante una encendida sesión, el jefe del bloque de partidos de la oposición, Alessandro Molon, criticó la medida en aquella ocasión.
‘¿Es razonable vender la sexta empresa más lucrativa de Brasil, una empresa decisiva para la soberanía energética? ¿Es razonable votar un texto importante como este en 23 horas?’, preguntó Molon, del Partido Socialista Brasileño, de centroizquierda.
Si el proyecto finalmente es aprobado por el Poder Ejecutivo será la primera gran desnacionalización del gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
La medida fue entregada al Parlamento personalmente por Bolsonaro el 23 de febrero como parte de su ambiciosa agenda económica liberal.
Recientemente el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva alertó sobre esta acción que pondría en riegos la soberanía y seguridad energética de Brasil.
En un mensaje en la red social Twitter, el fundador del Partido de los Trabajadores denunció que Bolsonaro venderá Eletrobras a ‘precio de banana’ y es una transgresión más ‘contra el pueblo brasileño y el futuro de nuestro país’.
Lula insistió en que privatizar Eletrobras ‘es entregar en bandeja un patrimonio inestimable’.
Actualmente, el Gobierno posee el 60 por ciento de las acciones de la compañía, cantidad que se reducirá al 45 por ciento con la liberalización.
El modelo de privatización prevé la emisión de nuevas acciones que se venderán en el mercado sin la participación de la empresa, lo cual supone la pérdida del control accionario con derecho a voto que actualmente tiene la Unión.
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