A falta de tres meses por contabilizarse, la cifra representa el 81,9 por ciento de todo lo recibido en el año anterior (18 mil 40,3 millones de dólares) y el 96,6 de 2021 (15 mil 295,7), detalló el Banco de la nación.
El titular de esa entidad, Álvaro González, adelantó en declaraciones días atrás que la presente etapa anual cerraría con 20 mil millones de dólares de remesas, un 20 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Los flujos se destinan principalmente al consumo, la construcción y el comercio, añadió el funcionario sobre el principal motor económico local, por delante de las exportaciones dominantes como el vestuario, café y banano.
La región de Occidente destaca en la recepción de las remesas familiares, con los departamentos de San Marcos, Huehuetenango, Quiché, Totonicapán y Chimaltenango al frente, de acuerdo con cifras oficiales.
Análisis coincidieron en que tales demarcaciones tienen un 70 por ciento de dependencia del rubro y también subrayaron la continua tendencia al ascenso en 2023. El país va rumbo a alcanzar los dos mil millones de dólares mensuales de remesas, lo cual podría darse a fin de año cuando las actividades de diciembre tradicionalmente incrementan el flujo.
Con la pandemia de la Covid-19 en 2020 se reportaron 11 mil 340,4 millones de dólares y dos años después, la cifra trepó a seis mil 700 millones.
Expertos describen que las condiciones de vida, la situación política y la inseguridad continuarán provocando la emigración.
Solo en Estados Unidos, según estimaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, residen alrededor de 2,8 millones de connacionales.
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