A partir del levantamiento de los bloqueos de carreteras del país desde el pasado viernes, entidades encargadas trabajan por cubrir las necesidades de los clientes en el departamento de Huehuetenango, con los mayores problemas tras la afectación a la cadena de distribución.
En Quetzaltenango y Quiché ya se atiende con mayor frecuencia a las estaciones de servicio, mientras en el resto de la nación, incluida esta capital, permanece cubierto el suministro, según reportes del Ministerio de Energía y Minas.
Sin embargo, estimaciones de empresas vinculadas a la cartera señalaron que el consumo en las gasolineras decreció entre 20 al 30 por ciento en lo que va de octubre por la disminución de la movilidad vehicular.
El presidente de la Gremial de Transportistas Especializados en Combustible, Mario Ortiz, divulgó la víspera que el territorio nacional está abastecido al 85 por ciento y advirtió que la recuperación será lenta pues toda la cadena de suministro se vio impactada.
El gerente de Uno Guatemala (administradora de la marca Shell), Fausto Velásquez, declaró que en las terminales de almacenaje a granel en el Atlántico y el Pacífico hay producto suficiente y las existencias nunca se vieron comprometidas.
“El abastecimiento en Xela se está terminando de atender porque en algunos sectores se identificó que se habían vaciado las estaciones, pues llegaba un camión y el producto se agotaba en lo que llegaba otro”, explicó.
En cuanto a los precios locales de los combustibles, no obstante a la situación, la tendencia continua a la baja, en comparación con los tres meses anteriores.
Allanamientos del MP al Tribunal Supremo Electoral, junto al secuestro de actas de votaciones, conllevaron durante 20 días consecutivos al bloqueo de carreteras estratégicas del país y al pedido a detener los ataques a la democracia.
Los manifestantes exigen la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, así como el jefe de la Fiscalía Especial contra la Corrupción, Rafael Curruchiche, la fiscal Cinthia Monterroso y el juez séptimo penal Fredy Orellana.
Los líderes indígenas que convocaron a las protestas decidieron cambiar de estrategia y ahora permanecen en un plantón frente a la sede del MP, ubicada en el capitalino barrio Gerona.
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