Mientras, los débiles datos económicos presionaban al euro. Datos de encuestas mostraron que la actividad empresarial de la zona euro empeoró sorpresivamente este mes, en una caída generalizada en toda la región, lo que sugiere que el bloque podría entrar en recesión.
El euro cambió de rumbo y bajó 0,43 por ciento, a 1,0624 dólares, tras avanzar 0,1 por ciento a 1,0684 dólares antes de la publicación de los datos.
Las cifras alemanas fueron especialmente desalentadoras. La encuesta del índice de gerentes de compras mostró que el sector servicios se unía al atribulado sector manufacturero en territorio de contracción.
De ahí que la caída del euro impulsara al índice dólar, que mide la divisa estadounidense frente a sus principales pares. El índice ganó 0,33 por ciento, a 105,95, tras caer a 105,35, el nivel más bajo desde el 22 de septiembre.
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