Estas declaraciones ocurrieron poco después de que su ministro de Defensa, Bill Blair, dijera que no creía que Hamás respetara el alto al fuego y que el grupo debía ser eliminado cuanto antes.
Para rectificar la postura radical de su ministro, Trudeau señaló que la prioridad debe ser la protección de civiles inocentes y la liberación de rehenes en Gaza.
Afirmó que Canadá trabaja con sus aliados para construir corredores humanitarios que permitan entrar la ayuda y posibiliten la salida de los ciudadanos extranjeros varados en ese territorio.
Aunque el propio Trudeau y sus ministros manifestaron en ocasiones anteriores su apoyo a Israel, existen divisiones evidentes en el grupo liberal.
La semana pasada, casi dos docenas de parlamentarios liberales firmaron una carta con parlamentarios del NDP y de los Verdes, exigiendo a Ottawa pedir un alto el fuego inmediato. El lunes, la ministra de Asuntos Globales, Mélanie Joly, solicitó una reducción de la guerra, pero no llegó a pedir un alto el fuego.
El Partido Liberal parece incapaz de hablar con una voz coherente, que debería ser la voz del primer ministro, dijo el líder del Bloque Québécois, Yves-François Blanchet, quien culpó a la falta de liderazgo de Trudeau por las disputas internas en el partido.
Trudeau avisó a la Cámara de los Comunes que su oficina organizará una reunión con todos los líderes de los partidos para discutir esta situación extremadamente difícil en el Medio Oriente, y llamó a superar el partidismo al abordar estos temas.
Nuestro papel como políticos, como líderes, es unir a los canadienses para que podamos crear un consenso, señaló el primer ministro.
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