Según la cartera, el llamado va dirigido a todos los sectores, es decir gobiernos, empresas, sociedad civil, organizaciones no gubernamentales, equipos de fútbol, universidades, grupos religiosos, entre otros.
Lo anterior, con el objetivo de estimular el debate sobre el tema y la ejecución de acciones de enfrentamiento a la misoginia (aversión a las mujeres o falta de confianza en ellas).
Para marcar el lanzamiento, una movilización digital se realizará este miércoles, momento que productores de contenido en Internet, líderes políticos, actores y actrices involucrados con la agenda publicarán en sus redes sociales un video con la etiqueta #BrasilSemMisoginia.
En esa palabra clave deberán corroborar su compromiso con la iniciativa y también el combate contra la misoginia.
Las acciones pasan por alianzas con grupos empresariales y fundaciones, campañas de utilidad pública, formaciones con agentes e instituciones.
Asimismo, audiencias públicas en las asambleas legislativas de los estados federativos y ayuntamientos, y movilización digital en las redes sociales, entre otras.
Determinada literatura asegura que la misoginia es la práctica y el pensamiento de discriminación contra el sexo femenino, una actitud de desprecio hacia las mujeres.
El término tiene origen en la lengua griega, siendo una unión de las palabras miseo (que significa odio) y gyne (mujeres).
Para la ministra de Mujeres, Cida Gonçalves, la misoginia es la raíz de todas las formas de violencia contra las mujeres y también de las desigualdades de género.
«Con cifras tan graves de feminicidio y violencia sexual en el país, alcanzando una cantidad tan significativa de niñas, esperamos que, cada vez más, todas las personas -no solo mujeres- sepan identificar y actuar contra las diversas situaciones de misoginia presentes en nuestra sociedad, ya sea buscando u ofreciendo apoyo, ya sea denunciando», señaló recientemente.
Especialistas aseguran que el aumento de los feminicidios (asesinato a manos de un hombre por machismo o misoginia) en Brasil muestra que las mujeres aún no han conquistado el derecho a la vida.
Datos divulgados por el Foro Brasileño de Seguridad Pública apuntan que, entre 2019 y 2022, los feminicidios aumentaron un 6,1 por ciento, totalizando mil 437 muertes y los intentos aumentaron un 16,9, en comparación con 2021.
Siete de cada 10 féminas fueron asesinadas dentro de sus casas y, en 53,6 por ciento de los casos, el asesino fue su actual compañero íntimo o expareja. En Brasil, una mujer es víctima de violencia cada cuatro horas.
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