Aunque no pocos ven en el hecho una lucha por la principal fiscalía del país, y eso de por sí resulta preocupante, estamos en presencia de un litigio donde uno de los actores, Ramos, tiene sobre sus hombros la responsabilidad de conducir y llevar al final del proceso a cerca de 250 casos de delitos de peso.
Todo comenzó cuando la mencionada acusó a través de una comunicación enviada a la procuradora general de la República, Miriam Germán, al inspector general por incurrir de forma ilegal, ilegítima, arbitraria e inquisidora, en prácticas de acoso moral y laboral en su contra.
Según la jurista, el fiscal cuestionó su participación en programas de televisión sin autorización, donde habló de su trabajo en la capital, entre otras cuestiones, y expuso temas sensibles como el de los delitos de alta tecnología, donde calificó de vergüenza que en Google aparezcan puntos de ventas de drogas de esta nación.
Asimismo, denunció que fue convocada por Medina para ser interrogada por una investigación de oficio por su participación en los medios como expresamos y un supuesto mal manejo dado por ella a un caso de herencia familiar.
Luego de conocerse la denuncia, llegó la respuesta del magistrado quien manifestó que la jurista faltó a la verdad y aclaró ‘está bajo investigación por el caso de César Emilio Peralta (César el abusador) -un delito de narcotráfico-, denuncias sobre compras y contrataciones de la Fiscalía del Distrito y otras acciones’.
El caso de César ha sido cuestionado en el país pero hasta ahora nunca con respecto al manejo en esa jurisdicción, de ahí que la víspera la investigada se inhibiera del proceso, debido precisamente a las declaraciones vertidas a la opinión pública por la inspectoría general.
Lo cierto es que hay ‘un dale al que no te dio’, lo cual de acuerdo con juristas dominicanos, no ayuda en nada al trabajo de esa importante institución, la desvía de la lucha contra la corrupción y deja secuelas en el sistema de justicia.
Ayer, diputados de los partidos Reformista Social Cristiano y de la Liberación Dominicana, coincidieron en no descartar que sectores del Gobierno hayan desatado una persecución contra la fiscal.
La especulación no puede faltar y surgen voces acuñando que dentro de la Procuraduría existen personas interesadas en la plaza de Ramos, pero sin evidencias ni de una cosa ni de otra.
Aunque la fiscal del distrito echó leña al fuego este miércoles cuando dijo a la emisora de radio Z101 que podría existir un interés en su plaza.
Es de esperar, que de un momento a otro exista un pronunciamiento de la máxima dirección del Ministerio Público, la cual es respetada por su actuar y goza de prestigio dentro de los dominicanos.
Sin embargo, esperar el avance de este tortuoso proceso es lo prudente aunque la mayoría hubiera preferido fuera ventilado a lo interno de la institución por el bien de todos.
Lo importante, es que gane la justicia y se imponga la verdad por encima del cruce de espadas existente entre quienes tienen la responsabilidad de luchar contra los delitos en el país.
Basta decir que en estos momentos la Procuraduría General dominicana está enfrascada en investigar cerca de 500 casos, entre los cuales destacan los surgidos de la Operación Antipulpo, Coral y otros, sobre los cuales esta sociedad tiene puestos sus ojos y bien vale nada desvíe la atención de ellos.
msm/ema