El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (Mspas) detalló en su último reporte que seis mil 664 infectados, 14 por ciento del total, presentaron signos de alarma y 86 un estado grave, mientras 30 personas se contagiaron de chikungunya y 23 de zika.
La Dirección de Epidemiología y Gestión de Riesgo de la cartera ubicó la cifra de fallecidos en 48 y, aparte del nororiental Zapaca, señaló impacto fuerte de la enfermedad en Chiquimula, Petén, Área Sur Oriente, Escuintla, Sacatepéquez, Baja Verapaz y Quetzaltenango.
El organismo sanitario mantiene la vigilancia y monitoreo constante (encuestas entomológicas, búsqueda de casos, nebulización, deschatarrización, entre otras), e identificó en el país la circulación de cuatro serotipos de este virus.
El 31 de agosto pasado el Mspas decretó tres meses de emergencia sanitaria nacional debido al alza de la enfermedad y adelantó que podrá ser prorrogada si persisten las circunstancias que le dieron origen.
De los más de 14 mil casos entonces, expuso que 14 por ciento correspondió a dengue con signos de alarma y el 85 sin estos, con Zacapa entonces con la tasa más alta, 378,7 por cada 100 mil habitantes.
En una de sus primeras valoraciones, la cartera estimó que el año finalizaría con 18 o 19 mil infectados, un alza de 152 por ciento en comparación con el escenario del 2022, cuyo cierre dejó cuatro mil.
El dengue es endémico en este país centroamericano, lo cual significa una transmisión local continuada que alcanza su punto álgido durante y después de la temporada lluviosa (mayo-octubre).
Las condiciones meteorológicas actuales -coinciden expertos- son favorables a la reproducción del Aedes aegypti, por lo cual insisten en mitigar y controlar los factores ambientales.
El Mspas pidió a la población mantener acciones como lavado periódico de pilas y áreas para guardar el agua de consumo, dar vuelta a llantas, macetas y botellas para evitar el estancamiento del líquido, entre otras.
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