De acuerdo con oficiales de seguridad, la ocupación del pertrecho bélico fue gracias a informaciones y colaboración de los residentes locales sobre escondites y almacenes subterráneos de los terroristas en las localidades de Jasem y Nasssin en las provincias de Deraa y Quneitra, a unos 100 kilómetros al sur de esta capital.
Entre las armas incautadas figuran cientos de fusiles automáticos, pistolas equipadas con silenciadores, lanzadores de RPG, ametralladoras PKC, fusiles para francotiradores, proyectiles antitanques, mortero, misiles guiados LAW y Drakon y granadas de mano.
El militar reveló que varios integrantes de la agrupación terrorista del Estados Islámico “Daesh en árabe”, fueron capturados en la zona.
Las Fuerzas de Seguridad de Siria hallaron en diferentes momentos de la guerra armas y municiones, algunas estadounidenses e israelíes, en sedes y cuarteles de los extremistas, en una evidencia del apoyo que recibían del exterior.
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