Las expresiones de ayer de “este nefasto personaje”, desgracia para la historia latinoamericana y caribeña, se corresponden con la línea vergonzosa de provocación que intenta desestabilizar la región, dictada desde la Exxon Mobil, y acompañada por el Comando Sur de Estados Unidos, indicó la Cancillería.
Un comunicado señaló que estos parecen haber confabulado “el odio y la maldad” de Almagro, con los intereses de las élites gobernantes de Guyana, asalariadas de la transnacional energética.
El texto subrayó que Venezuela es un país soberano que “no acepta tutela de ningún tipo”, y afirmó que la Asamblea Nacional, en ejercicio de sus competencias, convocó al sagrado Poder Popular a efectos de diseñar el camino a seguir para la defensa de los legítimos derechos históricos sobre la Guayana Esequiba.
Remarcó que el Gobierno bolivariano demostró, de manera clara y precisa, que el único instrumento válido para resolver la controversia territorial con Guyana es el Acuerdo de Ginebra de 1966.
“Cualquier mecanismo que desvirtúe o desconozca el principio de negociación directa”, e impida un arreglo amistoso y beneficioso para ambas partes, como pretende el lacayo Almagro, es simplemente inaplicable, apuntó.
La nota manifestó que como se denunció en reiteradas ocasiones, la disposición de una amplia área marítima por parte de Guyana, es el factor de “mayor perturbación a la paz y estabilidad de la región”.
Declaró que el odio a Venezuela del Secretario General de la OEA, a quien calificó de “corrupto y oscuro personaje”, le hace nuevamente colocarse al margen de la legalidad internacional, además de intentar generar “una crisis sin precedente en el Caribe”.
El Gobierno venezolano aseguró que ese intento sucumbirá, como todos los anteriores, gracias a la voluntad del pueblo venezolano en defender sus derechos.
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