El Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo, informó que, en la plática de cerca de 30 minutos, Lula insistió en la necesidad de acelerar la conclusión del compromiso.
La próxima semana se celebrará una nueva ronda de negociaciones entre representantes de los dos bloques. Durante el diálogo, ambos políticos coincidieron en que la presidencia simultánea de Brasil en el Mercosur y de España en el Consejo Europeo representan una oportunidad para que el pacto sea finalizado.
Lula recordó que las negociaciones llevan 22 años y volvió a criticar las exigencias adicionales planteadas por la UE en el área ambiental.
Resaltó, en tal sentido, los avances en el país para la transición energética -el 80 por ciento de la matriz brasileña es limpia- y que el gigante sudamericano enfrentó graves efectos de los cambios climáticos, como la actual sequía en la Amazonia.
También hizo referencia a que Brasil deberá llevar a la Cumbre del Clima (COP28), en Dubai, una propuesta común junto a los demás países con grandes reservas forestales tropicales.
Reafirmó asimismo la posición de restringir, en el arreglo, el acceso a compras gubernamentales, particularmente en función de la necesidad de reindustrialización de Brasil y demás países del bloque sudamericano.
El mandatario brasileño destacó además que el Congreso de su país acaba de aprobar el ingreso de Bolivia en el Mercosur.
Por su parte, Sánchez demostró estar de acuerdo con la necesidad de acelerar la finalización del acuerdo y que debe basarse en una relación de confianza mutua.
Subrayó la disposición demostrada por la Comisión Europea y se dispuso a mantener nuevas conversaciones a alto nivel, con vistas a concluir el pacto en breve. Finalmente, Lula invitó a Sánchez a una visita a Brasil y el jefe del Gobierno español respondió que tenía interés en cumplirla lo antes posible.
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