Según la publicación, en la maniobra participó además la flotilla de ataque de portaaviones, encabezada por el Ronald Reagan, de Estados Unidos, así como los buques de las «fuerzas marítimas de autodefensa» de Japón y de la marina de guerra surcoreana.
Se trata, añade el texto, de un ejercicio que se llevó a cabo según el acuerdo de las conversaciones de autoridades de esas tres partes que tuvieron lugar en la nación norteamericana en agosto pasado.
Ese pacto estipula la realización anual de adiestramientos tripartitas para «hacer frente a la amenaza nuclear y de misiles del Norte (de Corea)», agrega la publicación.
Hasta la fecha esas prácticas se realizaban principalmente en el marco bilateral entre Estados Unidos y Japón o entre Estados Unidos y Surcorea, pero, ahora se ha extendido oficialmente a escala trilateral, sentenció Rodong Sinmun.
Más adelante el diario señala que los mencionados países “intentan poner en operación dentro de este año el sistema de compartir en tiempo real las informaciones vinculadas con misiles de la RPDC y organizar y administrar regularmente los aparatos de todo tipo para calumniar y presionar a esta última”.
Desde hace mucho tiempo, Estados Unidos recurrió con fanatismo a la fabricación de la alianza militar tripartita con el siniestro intento de usar a Japón y los títeres surcoreanos, que se encuentran cerca de sus rivales principales en la región, como brigadas de choque para el cumplimiento de su estrategia de hegemonía mundial, agrega el texto.
Los enemigos, añade, tratan de justificar su conducta anunciando que el establecimiento de la alianza es para «enfrentarse de manera conjunta a la amenaza nuclear y de misiles» de la RPDC.
Estados Unidos y sus lacayos no tienen ningún derecho a hablar de la «amenaza» y «provocación», según la publicación que calificó a la Península Coreana como “la zona más candente del mundo”.
Nadie puede asegurar que la conducta demencial de la nación norteña y sus satélites no va extenderse a la guerra nuclear y la tercera conflagración mundial, agregó la publicación.
Este acto criminal, que vulnera la paz y estabilidad del mundo, llevará a ellos mismos en un atolladero sin salida, sentenció.
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