Esa lista tiene “implicaciones políticas calumniosas, de muy diversas materias”, pero tiene un impacto que es verdaderamente extremo en el sistema financiero internacional, significó el titular durante una entrevista con la multiestatal televisora Telesur.
El jefe de la diplomacia de la isla subrayó que la inclusión de esta tiene “un impacto devastador en las tracciones financieras mundiales, sobre las cuales Washington ejerce una influencia desproporcionada y absoluta” en el control de las finanzas internacionales, de las tracciones, de los flujos, incluida la vía electrónica o digital.
Rodríguez explicó que la lista no solo tiene esos alcances, sino también efectos prácticos muy directos como el de incrementar el llamado riesgo país, que obliga a concurrir en desventaja al mercado internacional y a pagar precios por encima de los ordinarios en el mercado.
Implica además, señaló, el rechazo de numerosos bancos en todo el mundo a establecer relaciones financieras con Cuba o mantenerlas, “porque estarían sujetos a recibir sanciones» del gobierno de Estados Unidos, además de perder sus vínculos financieros con instituciones internacionales o bancos estadounidenses.
El canciller cubano denunció que en los últimos años hubo 909 acciones directas que cortaron los servicios a la nación antillana por parte de entidades financieras de terceros países, todo ello a raíz de la inclusión en la espuria lista por el gobierno de Donald Trump (2017-2021).
Remarcó que hay decenas de embajadas cubanas que perdieron los servicios financieros y bancarios por el efecto intimidatorio y punitivo de colocar a un país en esa lista, y añadió que cualquier transacción cubana es perseguida, lo cual tiene impactos muy directos.
El ministro cubano del Exterior se refirió a la extraterritorialidad y al impacto del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba durante más de 60 años por Estados Unidos que repercute de manera muy negativa en la vida política, social y económica de su país.
Comentó sobre los efectos punitivos graves contra los viajes y el turismo, que repercuten de manera práctica en la economía cubana, y en la relación de terceros países por su marcado carácter extraterritorial.
Rodríguez puntualizó que esa cualidad fundamental del bloqueo lo convierte en violatorio del derecho internacional y de la soberanía de los países, porque obliga a terceros Estados a someterse a regulaciones del bloqueo y pretende extender la jurisdicción estadounidense contra terceras naciones.
Sobre el término de genocidio aplicado a esa política de asfixia económica, el jefe de la diplomacia cubana afirmó que no es una frase que refleje un sentimiento, una expresión emocional o una definición de alcance político, sino un calificativo del derecho internacional, un acto punible delictivo y penal que provoca daños en colectivos humanos.
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