Residente en Francia hace dos años, López-Nussa cumplirá una gira de 18 presentaciones en el país para compartir con el público de estos lados su nueva aventura musical: una producción discográfica de 10 temas llenos de una rica mixtura de ritmos.
Estoy supercontento de poder tocar en Bethesda una vez más, expresó el talentoso músico en diálogo con Prensa Latina, minutos después de dejar el escenario caliente en una de las principales plazas del Jazz en esa área de Maryland.
Lo acompañaron tres excelentes músicos, entre ellos su hermano Ruy López-Nussa (batería), quien también vive en Francia.
Este recorrido por diferentes escenarios comenzó hace apenas cuatro días y ya estuvieron en Nueva York y Boston, y se incluyen también hasta diciembre Filadelfia, Nueva Jersey y Chicago.
Al referirse a lo importante del contacto en vivo y agradecer el contar «con un público tan bueno”, López-Nussa anticipó a modo de exclusiva que hará un paréntesis para ir a Cuba entre el 21 y el 27 de noviembre para participar en el festival internacional Habana Clásica, uno de los mayores eventos de música en la isla.
“Y estoy feliz de poder regresar a Cuba y sobre todo de poder tocar en Cuba”, apuntó y comentó que rendirá homenaje a la herencia polaca por parte de su abuela paterna.
Nacido en La Habana el 13 de julio de 1983, justo hace 40 años, Harold forma parte de una familia de músicos. Sus padres son el baterista Ruy López-Nussa Lekszycki y la profesora de piano Mayra Torres. Su tío es Ernán López-Nussa Lekszycki. Sientan cátedra en la cultura cubana.
Al respecto afirmó que está “consciente de lo que me dejan mi tío y mi papá, del nivel que tienen y de la inspiración que han sido y que siguen siendo para mí. Soy dichoso de haber nacido en una familia que me ha apoyado así, que tiene esta tradición musical”.
Pero también consideró que eso ejerce “una cierta presión para mí intentar estar a la altura de ellos. No es fácil y no sé si lo puedo lograr con todo, pero trato y realmente es una inspiración”.
Sin abandonar la música clásica, Harold López-Nussa incursionó con éxito en el Jazz, que es actualmente una de sus mayores pasiones y no deja rezagada la música cubana.
Acerca de la tierra que lo vio nacer, afirmó que «está en nosotros dondequiera y eso nada lo va a cambiar».
Acotó que si bien esta etapa de su vida ha sido una experiencia positiva «para mi familia, mis hijas, para mi esposa, para mí», a la vez «hay una nostalgia, hay un gorrión”.
Es que las añoranzas para Harold se extienden “a los amigos que faltan, el resto de la familia, el olor del mar, la comida», pero todo eso está ahí, «lo llevamos con nosotros».
Confesó que al momento de actuar cada noche intenta «traer ese pedacito nuestro de Cuba con todo lo demás que va pasando en nuestras vidas, sin perder lo más importante, la cubanía”.
Harold López-Nussa es graduado en el Instituto Superior de Arte de Cuba y tiene varios discos a lo largo de su aún joven carrera artística.
En 2005 ganó el Primer Premio y Premio del Público en el Solo Piano Competition en Montreux Jazz Festival, en Suiza, y ha realizado conciertos en múltiples y reconocidos escenarios internacionales como el Teatro Olympia de París.
Además, en este tiempo asistió a numerosos festivales, entre ellos, el Oslo World Music, Montreux Jazz Festival, Verona Jazz Festival y Barcelona Jazz Festival.
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