En una audiencia ante el Senado como parte del procedimiento para solicitar el apoyo del parlamento a su gestión, Draghi recordó que cuando concluya la emergencia sanitaria no será simplemente un retorno a la normalidad anterior y reflexionó a continuación sobre varios asuntos.
En ese sentido, se refirió al medio ambiente y señaló que proteger su futuro, ‘conciliándolo con el progreso y el bienestar social’, requiere un nuevo enfoque para enfrentar un desafío poliédrico centrado en el ecosistema en el cual se desarrollan todas las acciones humanas.
Tras señalar que será necesario modificar algunos modelos de crecimiento económico, como el turismo, dijo que ‘el gobierno deberá proteger a los trabajadores’, pero advirtió que algunas actividades económicas tendrán que cambiar, incluso radicalmente.
La respuesta de la política económica al cambio climático y la pandemia –precisó- deberá ser una combinación de políticas estructurales que faciliten la innovación; financieras que propicien el acceso de las empresas capaces de crecer al capital y al crédito; y monetarias y fiscales expansivas que estimulen las inversiones.
El jefe de gobierno abordó también otros temas como la igualdad de género, los programas diferenciados para el desarrollo integral del sur de la península, las inversiones públicas y el empleo de los recursos a los cuales podrá acceder Italia a través del mecanismo europeo de la ‘Nueva Generación UE’.
En el plano exterior, Draghi puntualizó que ‘este gobierno será conscientemente europeísta y atlantista en línea con los anclajes históricos de Italia: Unión Europea, Alianza Atlántica, Naciones Unidas’, con profunda vocación a favor del ‘multilateralismo eficaz’.
Permanece fuerte nuestra atención y proyección hacia las áreas de interés natural prioritario como los Balcanes, (y) el Mediterráneo ampliado, con particular atención a Libia, el Mediterráneo oriental y África, añadió.
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