Cuba no se caracteriza por ríos caudalosos, ni rápidos o cascadas pronunciadas, pero ello no quiere decir que no tenga paisajes bellos, y lugares apropiados para aventuras de cara a sus trayectos fluviales, indican informes de la Academia de Ciencias de Cuba.
Navegar, interpretar la naturaleza, vivir la aventura en medio de un paisaje silvestre constituye un encanto particular si se asocia con los ríos PP
Los ríos de Cuba son cortos, rápidos y de escaso caudal. Por la gran cantidad de piedra caliza que existe en la isla, muchos de ellos tienen cursos subterráneos, lo que potencia su irregularidad.
Se diferencian dos vertientes: norte y sur. El río más grande es el Cauto y el más caudaloso el Toa, ambos se encuentran en el oriente del país (los de la vertiente sur son ligeramente más largos).
Un río es una corriente continua de agua. Los ríos se forman por la acumulación del agua de lluvia y del deshielo de las montañas o por la emergencia de aguas subterráneas a la superficie terrestre. Los principales desembocan en un lago o en el mar; en cambio, los afluentes son ríos que desembocan en otro río.
La forma alargada y estrecha, la compleja geología y la disposición de los macizos orográficos determinan las características del drenaje superficial en la isla de Cuba.
Esta y la Isla de la Juventud cuentan con 633 corrientes fluviales que desembocan superficial o subterráneamente al mar: 272 drenan un territorio de 32 mil 283 kilómetros cuadrados hacia el Golfo de México y el Atlántico Norte, en general.
Mientras, 361 lo hacen hacia la cuenca del Mar Caribe, drenando un territorio de 48 mil 860 kilómetros cuadrados. El territorio que resta (26 mil dos kilómetros cuadrados) pertenece a áreas sin un drenaje fluvial definido, a terrenos muy carsificados, a ciénagas, manglares.
La mayoría de los ríos de Cuba corren en las direcciones norte y sur, aunque existen algunos que lo hacen en los rumbos este-oeste y son, precisamente, los más importantes en cuanto a longitud, extensión de la cuenca drenada y en caudales.
Los informes de la Academia de Ciencias recalcan además que el río más largo y de mayor cuenca es el Cauto, que abarca territorios de cuatro provincias (Santiago de Cuba, Granma, Holguín y Las Tunas) y que corre de este a oeste.
Los ríos más caudalosos de occidente, centro y oriente, respectivamente, son Hatiguanico (Ciénaga de Zapata), Hanabanilla (Alturas de Trinidad), los que corren de este a oeste, y el Toa (Grupo Sagua-Baracoa) que lo hace del oeste al este.
En el occidente del país, sin embargo, es más frecuente que arroyos de escaso caudal reciban importantes aportes subterráneos en determinados puntos de sus recorridos, como en el caso de los ríos Almendares, Mayabeque, San Juan y Canímar, y La Yana en Ciego de Ávila, como los más notables.
Muchos se emplean en la actualidad para paseos en botes, y lanchas y ofrecen paisajes que los turistas agradecen con creces.
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