En un mensaje con motivo de otro aniversario de la tragedia ocurrida sobre la isla siciliana de Ustica, el jefe del Estado señaló que ‘el tiempo transcurrido no sanará jamás la herida, pero consolida el vínculo de solidaridad humana y el sentimiento de cercanía hacia quienes han sufrido tanto injustamente’.
Junto a eso, dijo, crece el sentido de reconocimiento por el esfuerzo civil que los familiares han sido capaces de expresar, promoviendo la búsqueda de la verdad, incluso ante conductas opacas u obstruccionistas, animando a los hombres del Estado capaces de realizar pasos importantes.
La República siente como deber impostergable la permanente expresión de la solidaridad y el compromiso con una reconstrucción más completa de los hechos, subrayó el mandatario.
El 27 de junio de 180, el DC-9 derribado cubría la ruta de Boloña a Palermo, capital de la región de Sicilia, donde debía aterrizar a las 21:13, hora local, 14 minutos después del último contacto de la tripulación con la torre de control, cuando el avión se encontraba a unos siete mil metros de altura.
Una limpieza de la grabación de la caja negra transmitida por el canal de noticias Rainews 24 a principios de junio de 2020, permitió escuchar cuando uno de los tripulantes expresó sorprendido: ‘mira, qué cosa es?’, lo cual reforzó la hipótesis de que el avión fue impactado por un cohete o una nave militar.
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