En un comunicado de prensa de la Casa Blanca a propósito del magnicidio del 35 Presidente de Estados Unidos, Biden recordó cómo recibió él -en ese momento un estudiante universitario- la noticia de los hechos acaecidos aquel 22 de noviembre de 1963.
El presidente Kennedy fijó firmemente la brújula de nuestra nación en muchas de las cuestiones más trascendentales del siglo XX, desde los derechos civiles hasta el derecho al voto y la igualdad salarial para las mujeres, subrayó.
“Lideró con calma y resolución los momentos más peligrosos de la Guerra Fría (…) Inspiró a una nación a ver el servicio público como una vocación”, señaló Biden.
Recordamos la promesa incumplida de su presidencia, no sólo como una tragedia, sino como un llamado duradero a la acción para que cada uno haga todo lo que podamos por nuestro país.
Las grandes cadenas de televisión NBC, CBS y ABC interrumpieron su programación aquel 22 de noviembre para informar primero el atentado a la caravana del mandatario demócrata en Dallas, Texas, y poco después volvieron a cortar las transmisiones para dar a conocer la noticia de su muerte.
JFK, como fue conocido popularmente, fue baleado frente a su esposa Jackie, que le acompañaba en la limusina presidencial por las calles de Dallas. A las 12:30 pm, hora local, de aquel viernes fatal.
A Kennedy lo mataron con cinco disparos. Dos fueron de frente: uno le dio en la garganta, otro en la cabeza y uno que le dio en la paletilla derecha, de acuerdo con los estudiosos.
Aunque Lee Harvey Oswald (ultimado dos días después del magnicidio) fue señalado como el ejecutor, se afirma que eso no fue obra de un asesino solitario porque las investigaciones oficiales tienen pruebas fehacientes de que se disparó en cinco ocasiones para matar a Kennedy.
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