En respuesta a una pregunta al respecto en su conferencia de prensa matutina, López Obrador dijo que ya había hablado ayer del tema (dijo de forma irónica que el pueblo argentino se había dado un autogol) pero repitió que no apoyó a nadie y sí sostiene que no está de acuerdo con el pensamiento conservador reaccionario en ningún país del mundo.
No estoy de acuerdo que se siga la política privatizadora, el autoritarismo, en que la gente solo tenga como opción para poder estudiar pagar colegiaturas y solo curarse si paga a médicos o a clínicas particulares.
Insistió en su criterio puesto en práctica en México de que la salud y la educación no son privilegios, son derechos de los pueblos y si uno se enferma no tenga cómo curarme. ¿Dónde está el estado? ¿Todo va a quedar en manos del mercado?, se preguntó y respondió con otra pregunta: ¿somos los seres humanos mercancías?
No, dijo categórico. El Estado tiene que cumplir con su responsabilidad social y nunca estaré de acuerdo con esa política clasista, autoritaria, deshonesta, no sólo en lo intelectual sino también quienes promueven esas políticas que son muy corruptos, son los más ladrones del mundo y se identifican con ellas, dan la espalda al pueblo, y son los más ladrones.
Pero como forman parte de la oligarquía dominante, agregó, se dedican a saquear, a robar, a oprimir, explotar, humillar el pueblo, y ni siquiera pierden la honorabilidad, al extremo de que se ponen de ejemplo de ese atributo.
No puedo estar de acuerdo con eso, es inhumano, y contrario a cualquier doctrina de cualquier religión en el mundo o del pensamiento humanista de los no creyentes, nunca voy a estar de acuerdo, ni me interesa mucho tener relaciones con gente así, sobre todo con los ideólogos o los potentados que promueven esas falacias.
Aclaró que sí puede convivir con gente de la derecha que no son autores intelectuales de esas políticas, y los que le chocan son los que elaboran esas mentiras, esos sofismas, esa repartidera de criterios que ni siquiera llegan a formar para de una ideología.
Respeto la decisión de los pueblos, pero yo también soy libre y digo lo que pienso, concluyó.
ro/lma