Los trabajadores forman parte de un Frente Común que anunció un paro de tres días que culmina mañana, por lo cual algunas escuelas permanecen cerradas y se retrasan cirugías, mientras organizaciones sindicales anuncian otras protestas.
Los líderes sindicales, citados por un reporte de CTV News, creen que “por fin se está tomando impulso» en las negociaciones gracias al nombramiento de un conciliador.
Asimismo, se celebraron reuniones con los cuatro sindicatos que componen el Frente Común: la Federación de trabajadores y trabajadoras, la Alianza de profesionales del personal y tecnología para la salud y el servicio social (APTS), la Confederación de Sindicatos Nacionales (CSN) y la Central de Sindicatos de Québec (CSQ).
“Los conciliadores están haciendo el trabajo que queríamos que hicieran, que es lograr que el gobierno se siente y nos dé las respuestas que hemos estado esperando durante meses”, declaró el vicepresidente del CSN, François Enault.
Los sindicatos dicen que la oferta contractual más reciente del gobierno, un aumento salarial del 10,3 por ciento en cinco años y un pago único de mil dólares a cada trabajador, no es suficiente.
Josée Frechette, vicepresidente del sindicato APTS, reveló que los trabajadores quieren un pago adicional por los turnos nocturnos y de fin de semana y más vacaciones.
En esa misma línea, un sindicato separado que representa a 80 mil enfermeras y otros trabajadores de la salud está programado para declararse en huelga el jueves y viernes, mientras que otro de docentes con 65 mil miembros dice que lanzará un paro indefinido a finales de esta semana.
La presidenta de la Junta del Tesoro, Sonia LeBel, que dirige las negociaciones en nombre del gobierno, refirió por su parte que está a la espera de escuchar una contraoferta de los líderes sindicales.
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