En un informe detallado ese colectivo ejemplificó con unos 10 episodios dentro de una serie de agresiones contra los habitantes de las proximidades de Yitzhar, Cisjordania, reseñó la agencia de noticias Wafa.
Al-Haq criticó además la impunidad imperante en dicha demarcación, debido a la pasividad de las fuerzas de ocupación israelí frente a la hostilidad sistemática y generalizada de los colonos.
Además de permitir tales acciones, los uniformados al servicio del gobierno sionista recurren al uso de la fuerza contra los palestinos, denunció la agrupación.
Los ataques de los colonos contra la población palestina y sus propiedades en la ocupada Cisjordania son un fenómeno generalizado, prolongado y que empeora con el paso de los días, alertó Al-Haq.
A ello se une la inacción de Israel para investigar y castigar a los responsables, lo que crea un clima de impunidad, condenó el movimiento radicado en esta ciudad y que está compuesto por defensores de derechos humanos.
En semanas previas el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Mohammad Shtayyeh, recabó igualmente respaldo de la ONU a fin de implementar mecanismos dirigidos a proteger a ese pueblo árabe de lo que llamó una ola de terror.
El dirigente rechazó las demoliciones de viviendas en plena pandemia de Covid-19 y otros actos agresivos contra los palestinos radicados en Cisjordania.
Tales maniobras tienen como propósito amedrentarlos y arrebatarles sus tierras ancestrales, como continuidad de la política expansionista israelí, manifestó.
La Liga Árabe (AL, por sus siglas en inglés) celebró una reunión de emergencia en días pasados, la cual concluyó con un llamado a reactivar los diálogos entre palestinos y el gobierno de Israel para superar el largo conflicto.
Tanto la AL como la ONU consideran ilegales los asentamientos israelíes en Cisjordania, donde viven unos 700 mil colonos.
Uno de ellos es el ubicado en el paraje norteño de Yitzhar.
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