Oh, considerado un aliado clave del presidente Moon Jae-in antes de dejar el cargo el año pasado, admitió haber tenido ‘contacto físico innecesario’ con una funcionaria pública, que lo acusó de manosearla en su oficina.
Tras conocerse el caso, recibió una acusación separada que involucró a otra mujer en 2018.
Sus abogados pidieron clemencia y dijeron que Oh, de 72 años, enfrenta problemas de salud que causan deterioro cognitivo, pero el tribunal consideró que el político abusó de su estatus.
Especialistas consideran que este escándalo fue uno de los motivos por los cuales el gobernante Partido Democrático de Corea fue derrotado en las elecciones municipales celebradas el pasado mes de abril.
Los comicios fueron un duro revés para la agrupación, que también perdió la alcaldía de Seúl, antes de los sufragios generales previstos el próximo año.
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