Así lo afirmó el director general de los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades (Africa CDC), Jean Kasenya, al presentar los documentos para la fabricación, investigación y desarrollo de los inmunógenos al margen de la tercera Conferencia Internacional Anual sobre Salud Pública en el continente que concluye este jueves aquí.
Kasenya precisó que los marcos de competencia son herramientas esenciales para la evaluación continua de las necesidades de formación, la implementación de planes de estudio y la transparencia de la oferta de cursos.
Recordó que las Asociaciones para la Fabricación de Vacunas en África (PAVM) fueron establecidas en 2021 por la Unión Africana con el objetivo audaz de permitir que la industria continental asumiera más del 60 por ciento de la demanda de los fármacos para 2040, frente al actual de menos del uno por ciento.
Asimismo, fueron fijadas metas provisionales para alcanzar el 10 por ciento para 2025 y el 30 por ciento para 2030.
El Marco de Acción, un documento rector de las PAVM, describe estrategias e intervenciones críticas para permitir el desarrollo y fomentar el crecimiento de una fabricación de vacunas sostenible en África, agregó.
Reveló que el sector africano de investigación, desarrollo y fabricación de vacunas emplea actualmente a unos tres mil empleados a tiempo completo, una cifra notablemente insuficiente en comparación con los 12 mil 500 necesarios para hacer realidad las ambiciones del continente.
Señaló que, entre otras aplicaciones, los marcos sustentan el desarrollo de herramientas para la evaluación de las necesidades de fabricación y de investigación de los inyectables, al tiempo que permiten mapear las necesidades de capacitación y guiar iniciativas para el desarrollo de talentos.
Además, proporcionan coherencia en la nomenclatura y mejoran la transparencia en la oferta de programas educativos, agregó.
Instó a convertir los marcos de competencia en recursos invaluables para los proveedores de capacitación, fabricantes de vacunas e instituciones de investigación.
De cara al Nuevo Orden de Salud Pública para África debemos esforzarnos por lograr un continente que sea autosuficiente no sólo en la producción de vacunas sino en todos los aspectos de la prestación de atención médica, concluyó.
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