Durante la Exposición Internacional de la Cadena de Suministro de China, que se celebra aquí, 26 empresas de energía en el país anunciaron este paso.
Según CCTV, con esta medida China busca mejorar la eficiencia, confiabilidad e integración de fuentes de energía limpia.
Para los especialistas, la reforma está en consecuencia con los objetivos ambientales más amplios de la nación y la necesidad de garantizar un suministro de energía resiliente para sostener la economía.
«Esta iniciativa tiene como objetivo salvaguardar la estabilidad y el funcionamiento fluido de la cadena industrial y de suministro de energía global, y contribuir de manera significativa a la transformación global hacia una energía verde y baja en carbono», dijo Zheng Wei, subdirector del departamento de asuntos legales del Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional.
La transición energética es una de las metas de China en su camino al desarrollo verde y la neutralidad del carbono.
El gigante asiático instaló en los primeros nueve meses de este año una capacidad de energía renovable de 172 millones de kilovatios, récord respecto a años anteriores, informaron fuentes oficiales.
De acuerdo con la Administración Nacional de Energía, este dato supone un aumento del 93 por ciento con respecto al mismo período del 2022, lo cual muestra el compromiso del país de promover el desarrollo ecológico.
Además, esa cifra representa un 76 por ciento del total de la nueva capacidad de generación eléctrica instalada en lo que va de 2023.
En general, el gigante asiático ha logrado desarrollar una capacidad de generación eléctrica renovable de mil 380 millones de kilovatios, lo que significa el 49,6 por ciento de su capacidad total de generación eléctrica instalada.
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